lunes, 31 de octubre de 2011

Aromas

Uno siempre recuerda los olores de la infancia. Ese aroma en particular que
te permite viajar en un segundo hacia ese pasado lejano en el que todo era
lindo, facil y feliz (en la mayoria de los casos, porsupuesto). Mis aromas
en particular tienen una protagonista indicutible: mi abuela Rosa. Recuerdo
su perfume cada vez que la abrazaba (colonia Mary Stuart, para ser más exactos).
Mi abuela no era una mujer de esas que se pintan como puertas y andan todo el
dia vestidas de fiesta,pero con solo sentir su perfume te dabas cuenta que habia
llegado a casa. Recuerdo sus salsas...que rico! si hasta yo, que era el enemigo
público número uno de los guisos en mi casa, cuando la iba a visitar y lo habia
preparado ella, hasta me repetía la porción de lo sabroso que estaba. Yo era
terrible caradura, pero amaba a mi abuela, y no habia cosa que me dijera o que hiciera
que yo no tomara como ley suprema. Aún hoy mantengo los valores que me inculco de niño.
Una mención aparte merece el mate cocido que solía preparar. Cómo podía esta mujer,
de apariencia común y rostro gentil convertir algo tan básico como agua caliente con
yerba en la mejor merienda que jamás hubiera probado? Se los digo, sigue siendo todo
un misterio para mi,aún hoy cada vez que llega la hora de la merienda recuerdo
con una sonrisa ese momento mágico.
Parecen tan lejanos esos días hoy, pero si hay algo con lo que Dios me ha bendecido
(y maldecido, dependiendo mi estado de ánimo) es el don de la memoria. No he olvidado
nada de ella, de su cara, su voz, su aroma...lo que para mi representaba como chico
ir a su casa y ser recibido y tratado como un rey. Quedarme despierto hasta tarde viendo
alguna pelicula (mi abuela tenia cable!) mientra me comía las surtido Bagley (las de lata
que te vendian  sueltas en el almacén, se acuerdan?). Esas son las cosas que atesoro
en mi memoria. Y ahora los dejo, me agarro el hambre y las ganas de reirme...si, de reirme
fuerte de los lindos momentos vividos. Brindo por eso. Porque pude disfrutar de su cariño,
porque pude aprender de sus consejos, porque pude amarla...salud, Abuela. Gracias por
tanto amor!!!













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