Son las tres de la mañana, y una vez más, soy presa fácil del
insomnio…porque me cuesta taaaanto dormir como el resto de los mortales? Porque
no puedo caer rendido en mi cama y no recordar nada de nada hasta que suene el
maldito despertador y acabe con la fantasía morfeica del sueño? (“morfeico” es
una palabra? No se…).
Vuelvo a mirar en la
tele y en la compu, y ya no hay nada que ver ni buscar, ya no quedan personas
interesantes despiertas, y a esta hora las neuronas tienen pedido de captura en
el ciberespacio, así que agarro una revista, pero a esta hora me da paja leer,
entonces empiezo como nene de 1 añito a mirar las fotos y los colores de las
letras, como tratando de descifrar algún mensaje oculto…y el sueño que no
aparece y a mi que se me acorta el tiempo para descansar, que me corre el día,
la vida y los acreedores!. Ya al borde
de la locura, peino la alacena en busca de comida (estoy lleno, pero tengo la
remanida creencia de que comer va a conseguir que duerma más rápido, aunque
nunca resulta) y encuentro una tableta de chocolate Águila, ése, el de taza, ese que decís que lo comprás para preparar con leche y
te terminas devorando cuando estas solo. Ahora si estoy listo!…. alterado, sin
sueño y con la panza hinchada! Maestro yo!. Voy a buscar a mi último recurso;
mis mascotas, que, obvio, duermen y yo que lo amo tanto, en este momento desearía
despertarlos para que compartan mi angustia, pero no puedo, si son unos ángeles
los guachos estos. Me vuelvo a la cama, ya son las cuatro y media. En dos horas
tengo que estar levantado y fresco como una lechuga. Mañana será otro dia. Hoy ya
es ese dia. Los dejo. NO MOLESTAR escrito en la puerta de mi habitación, espero
leerlo y finalmente, dormir,
Los momentos de insomnio son aquellos que nos permiten encontrarnos con nosotros mismos. Por ejemplo yo descubrí que soy un vampiro. Todo como el tuje, pero por lo menos me di cuenta de eso, hasta el sol me hace mal!! I promess!! Pero no voy a dormir en un sarcófago, o si... Es una duda que tuve siempre...
ResponderEliminarBueno, un problema menos para hablar con mi terapeuta! no estoy solo!. Ojo, que si no fuera por las malditas obligaciones diarias lo podria disfrutar mas, peeeero...
ResponderEliminarLas malditas obligaciones nos encarcelan a todos en los barrotes de lo cotidiano, el insomnio nos brinda la posibilidad de escapar por un rato y entregarnos a los brazos de lo incierto...
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