lunes, 28 de noviembre de 2011

Buscando...


Cómo haces cuando estás en el carril rápido de la vida? Cuando vas a mil y parece que no podes parar? Corriendo de un lado a otro todo el día, todo el mes, todo el año? Cuando estas tras las metas pero te perdes lo que está pasando en el momento?.
Hay días que me pregunto si esta es la vida que elegí o la que me auto impuse.  Cuantas cosas quedan siempre en el camino, cuantas dejamos deliberadamente de lado para darles lugar a otras, cuando en realidad ni siquiera sabemos si van a funcionar, aun cuando tal vez, ya ni siquiera exista la mínima chance de volver atrás.  Muchas veces me pregunto porque. Porque a todo, y porque a la nada misma. Porque no se puede tener todo en la vida. Porque hay que elegir entre una cosa y otra lo que uno quiere.  Quisiera no llegar a viejo con estas dudas, pero el reloj sigue corriendo, y cada día que pasa me resulta menos claro y más confuso.
Vivir mi vida. Quiero encontrar mi lugar, mi propósito. No quiero estar definido por tiempo y espacio. Vivo sintiendo que se me hace tarde para hacer algo…pero no tengo la más mínima idea de que es. Tengo que planificar hoy un mañana que no sé si es el que quiero, mientras sobrevivo en la diaria, como puedo. Como me lo permito. Como me dejan. Siempre he cuestionado el hecho más trágico de la vida, que es, simplemente, que cuando mas sabemos y mas estamos capacitados y llenos de experiencia para poder vivir, la caparazón se hace débil, el cuerpo pasa factura, y finalmente, morimos. Deberíamos nacer con experiencia, me decía a mí mismo. Pero entonces, también pensaba, se pierde el factor sorpresa. Se volvería todo muy monótono, previsible. Espero encontrar el camino correcto que me lleve a las respuestas que estoy necesitando.  Sé que no existe el manual de cómo vivir la vida, pero una ayudita no me vendría nada mal. No quiero sonar pesimista, pero por las dudas, yo creo en la reencarnación.  Nos seguimos leyendo, en esta vida, o en la próxima.- 


martes, 22 de noviembre de 2011

El difícil arte de actuar


A principios de año tomé la decisión de empezar a estudiar teatro. En realidad, quería empezar comedia musical. Tal vez inspirado tardíamente por ver demasiados capítulos de Glee juntos, o porque sinceramente creía que era algo que iba a venir a llenar cierto hueco o necesidad de hacer algo a nivel artístico a mi vida. Amo los musicales, amo la música, pero amo también la actuación, motivo por el cual pensé que era la decisión correcta, Alla fui, entonces, me anote en una escuela de teatro, y ese fue el comienzo…y el fin de todo, basicamente. Ya en la primera clase, me tope con gente cuya máxima aspiración era la de bailar algún dia en el programa de tinelli, p la de simplemente matar el tiempo, por decir poco (esto debido a la bola que le daban a la clase; debo aclarar que no era gratis). Con el correr de las clases, y también desencantado por algunos profesores (demasiado estrictos, casi dictatoriales; no era esto una forma de arte?), mi entusiasmo se fue apagando, hasta que un buen sábado ya no volvi.
Había bajado los brazos, tiendo a deprimirme cuando empiezo algo y me va mal (quien no?) Hasta que un buen día, dando vueltas en Facebook, en otro de esos raids de insomnio, me tope con otra alternativa teatral. Allá fui, una vez más, atraído por la oferta de hacer algo menos estructurado, con un grupo de gente que, al menos en un principio, incluida la profesora, se mostraba prometedora. Pero la conexión nunca llego. Ya a la salida de la primera clase había unos criticando a otros y la profesora, moderna y pro (según ella) ya había echo gala de su homofobia declarando con algo de asco y burlonamente, que un famoso actor argentino era gay, como si eso le impidiera actuar o lo desacreditara de alguna manera. Cuando la cuestioné sobre el tema, sólo atino a decirme que, en realidad le molestaba de éste su mal carácter, su aire de diva. Empezó a mirarme fijo. Se dio cuenta que yo era diferente al resto, y, como la madre pato que separa al más feo, se dedico a dejarme de lado.  
Fui perdiéndole el respeto silenciosamente, paso a paso, clase a clase. Veia su intento de hacer amigos más que de enseñar, y se comenzaron a desdibujar los limites…y con ellos llego la falta de respeto. Y con ello, llego el curro escondido. Tuvimos 6 clases exactamente iguales, y de repente, llego la propuesta de hacer una obra. Al principio no lo vi, pero después, cuando llego la presión y el cordero se convirtió en lobo, vi aparecer al comerciante.  No era esto lo que buscaba, no era el grupo de gente con el que quería estar. No me interesa juntarme con desconocidos a fumar marihuana y a tomar cerveza caliente. Yo quiero expresarme. No me interesa hacer arte para sentirme superior. No era el momento, una vez mas, no era para mí.
Me preocupa que las vías de expresión artísticas estén manejadas por comerciantes, incluso aquellas que se presentan de forma alternativa. Sólo eso. Yo voy a seguir actuando, nadie va a frenarme. Mi película favorita es mi propia historia, y aún me queda mucho por contar. Esta es la versión del director, sean bienvenidos todos, una vez más, a mi vida.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Insomnia


Son las tres de la mañana, y una vez más, soy presa fácil del insomnio…porque me cuesta taaaanto dormir como el resto de los mortales? Porque no puedo caer rendido en mi cama y no recordar nada de nada hasta que suene el maldito despertador y acabe con la fantasía morfeica del sueño? (“morfeico” es una palabra? No se…).
 Vuelvo a mirar en la tele y en la compu, y ya no hay nada que ver ni buscar, ya no quedan personas interesantes despiertas, y a esta hora las neuronas tienen pedido de captura en el ciberespacio, así que agarro una revista, pero a esta hora me da paja leer, entonces empiezo como nene de 1 añito a mirar las fotos y los colores de las letras, como tratando de descifrar algún mensaje oculto…y el sueño que no aparece y a mi que se me acorta el tiempo para descansar, que me corre el día, la vida y los acreedores!.  Ya al borde de la locura, peino la alacena en busca de comida (estoy lleno, pero tengo la remanida creencia de que comer va a conseguir que duerma más rápido, aunque nunca resulta) y encuentro una tableta de chocolate Águila, ése, el  de taza, ese que  decís que lo comprás para preparar con leche y te terminas devorando cuando estas solo. Ahora si estoy listo!…. alterado, sin sueño y con la panza hinchada! Maestro yo!. Voy a buscar a mi último recurso; mis mascotas, que, obvio, duermen y yo que lo amo tanto, en este momento desearía despertarlos para que compartan mi angustia, pero no puedo, si son unos ángeles los guachos estos. Me vuelvo a la cama, ya son las cuatro y media. En dos horas tengo que estar levantado y fresco como una lechuga. Mañana será otro dia. Hoy ya es ese dia. Los dejo. NO MOLESTAR escrito en la puerta de mi habitación, espero leerlo y finalmente, dormir,