Día Viernes. Lluvia torrencial. Noche de película. Son casi
las doce y media de la noche y la ciudad está casi desierta. Afuera unos pocos
transeúntes buscan refugio mientras cruzan semáforos en rojo tratando de encontrar desesperados algún taxi
que los lleve a destino. Adentro del cine la gente se amontona y ya falta nada
para que comience la función trasnoche. Hasta este punto a ustedes les parecerá
otra historia más, pero créanme que está a punto de empezar una de terror y no
hablo de la película en cuestión. Acá van mis siete razones por las cuales me
cuesta cada vez mas ir al cine y no morir (o matar a alguien) en el intento.
Leer, como siempre sin prejuzgar, y a ver cuantos se sienten identificados o al
menos han vivido alguna situación similar…
_El precio de los
snacks.
Ok, es cierto que por
lo general la gente suele ir a cenar y después recién al cine, pero seamos
honestos ¿a quién no le gusta comprar alguna golosina, más aun cuando estás
bien acompañado y querés quedar como un galanazo, o simplemente porque nos
encanta el chocolate y los nachos? Bueno, mis estimados lectores, preparen sus
billeteras porque si no van a ver un drama, es muy probable que aún asi salgan
llorando ¡que caro todo…y que rico!.
_Los celulares
prendidos.
Está bien, yo
entiendo que dejaste a los nenes con la abuela y sos uno de esos padres
obsesivos que no pueden estar sin saber que hacen sus hijos las 24 horas del día
pero…¿podrías al menos poner el teléfono sin sonido? ¡La comunidad pochoclera te lo va a agradecer
tanto!.
_Los amigos.
Ay, es tan lindo ver
a la gente disfrutar de su amistad charlando, compartiendo, riendo a
carcajadas…pero ¿lo podrían hacer
DESPUÉS de ver la película? Realmente no me interesa saber el nombre de tu
nueva conquista ni a donde van a ir a jugar al futbol el sábado que viene
¡coordinen en otro momento, muchachos!
_Las madres
primerizas.
Estas hermosa con tu
bebé en brazos y querés sacarlo a todos lados y mostrarle al mundo que sos
mamá. Ahora ¿es necesario traerlo con vos a ver la última de Bruce Willis? Se
me hace raro ver tantas explosiones con la banda de sonido del llanto de tu
retoño mientras vuelan autos por el aire ¿Qué tal si dejás el gordo con tu vieja… o esperás que salga el
dvd y lo ves en la comodidad de tu
living? Digo, no?...
_ La puntualidad.
La película siempre empieza algunos minutos después de lo
pautado. Es casi una regla de oro en el cine. Ojo, que unos minutos NO SON media
hora; Se enteró toda la sala que llegaste tarde y para cuando terminaste de
acomodarte la película ya va por la
mitad y no entendés nada ¿consejo para la próxima? Más vale mirá los diez
avances de próximos estrenos que te pasan antes de la función como el resto de
los mortales y no te vas a ir con la sensación de que pagaste la entrada y
nunca te enteraste de que se trató la película…y por sobre todas las cosas no
te vas a ganar el abucheo de la gente que llegó a hora, como yo por ejemplo.
_¿Che, donde quedaba el
baño?
No le echen la culpa a los más chicos porque es un mito y
hay que derribarlo ¡Son gente grande, che! ¿ Hay necesidad de estar
saliendo cada veinte minutos al baño
porque no te aguantaste y te compraste la súper gaseosa de cuatro litros que
encima es en realidad 80% de hielo? Cada
vez que abrís la puerta de la sala para salir me nublás la mitad de la
pantalla, capo. Pensalo…
_Primicias ya.
Está bien, flaco. Ya entendimos que ya la viste antes y que
esta es la cuarta vez que venís a ver esta película porque sos fanático mal de
este actor, pero ¡por favor! No nos adelantes la escena que está por venir
¡Estamos acá para verla con nuestros propios ojos! ¡Dejame sorprender por mi
cuenta!
Por todo esto y algunas cosas más que seguramente me quedan
en el tintero, mis queridos amigos, yo les digo que, si aun así se aventuran a
ir al cine un Viernes por la noche, para mí son mis héroes personales. Yo
mientras tanto los saludo desde la comodidad de mi sofá con mi vaso de gaseosa
y mi película a sólo un PLAY de distancia. Nos leemos en la próxima.-
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