Pasa más a menudo de lo que cualquiera
pensaría que cuando escuchamos una noticia trágica sobre algún famoso nos viene
inevitablemente a la cabeza algún recuerdo relacionado con ellos. Donde
estábamos cuando escuchamos por primera vez una de sus canciones, vimos una de
sus películas o incluso con quien estábamos en ese momento. Había escuchado una
sola vez en la radio Crimen, que era
su nuevo tema y su vuelta a la canción pop en su máxima expresión, quizás lo más
parecido a las mejores épocas con Soda. Fue amor a primera escucha. Esa misma tarde
pase por la disquería Edén a averiguar cuando salía el nuevo disco. “en una
semana, pibe, maso” me contesto sin mirarme el empleado. Siete días más tarde
salía de ese mismo lugar con mi copia de Ahí
Vamos y mi primer discman, auto regalo que me hice después de ahorrar
durante varios meses. En este punto debo hacer un alto y aclarar que nunca fui
fan ni nada por el estilo. No se aun hoy siquiera que me llevo a comprar el
disco sin conocer más de una canción, cosa que jamás hago. Llegue a casa casi
de noche, cené rapidito y me acosté en la oscuridad a escuchar atentamente cada
estrofa. Por Dios, era casi una canción mejor que la otra. Su voz se oía clara
y profunda. Joven y madura a la vez. Esa guitarra goteando poesía en cada
acorde. La crítica había festejado sus previos esfuerzos como solista, pero lo
cierto es que no habían logrado llevar el mismo fervor a sus fans de antaño, y
mucho menos entusiasmar a las nuevas generaciones. El éxito de Ahí Vamos fue demoledor. Fue el disco
del año en todas las encuestas que se realizaron, se llevó un racimo de premios
Grammy y se vendió como pan caliente. Finalmente había llegado el
reconocimiento masivo como solista, pudiendo alejarse del fantasma siempre
omnipresente de Soda al menos por un rato. Me aprendí las canciones de memoria
y durante meses fue el único disco que escuché (podio que comparte únicamente
con Ray Of Light de Madonna, pero
eso es otra historia). Paso el tiempo y de a poco y como todas las cosas mi
fervor fue mermando. De repente estábamos en 2009 y yo ya no estaba solo en el
mundo. Mis prioridades cambiaron y la música paso a un segundo plano absoluto.
Mientras tanto y tras una exitosa, millonaria y nostálgica reunión con sus
viejos compañeros Charly Alberti y Zeta Bosio durante la cual se cansaron de
llenar estadios y emocionar corazones a través de toda América, llegaba la hora de Fuerza Natural, su hasta hoy último álbum. Estaba a punto de irme a
dormir cuando haciendo zapping por TN la madrugada del 15 de Mayo de 2010 vi la
noticia que a esta altura todos ya conocemos. Antes de caer en la cursilería de
pedir que vuelvas, que te despiertes, que suceda un milagro, sólo voy a decir
una cosa y es GRACIAS. Por tu música, por tu poesía, por tu presencia, pero por
sobre todas las cosas porque en aquel momento de mi vida me diste mucho más de
lo que podrás imaginar jamás. Larga vida, Gustavo. Pase lo que pase vos ya sos
inmortal. Ahí vamos.-
Confesiones, canciones, relatos y desvaríos de una mente que podría ser brillante pero se quedó sin Blem...
sábado, 13 de julio de 2013
sábado, 6 de julio de 2013
Discos recomendados de hoy: Ismael Serrano y Pink
Artista: Pink
Álbum: The Truth About Love (2012)
Sello: Sony Music
Calificación: MUY BUENO
He aquí de nuevo en carrera a la cantante pop
con más actitud desde que apareció Madonna. Pink ha logrado sobrevivir y
mantener un nivel de popularidad basado pura y exclusivamente en talento, cero
escándalos mediáticos, fotos provocadoras o declaraciones picantes para vender
discos. Este álbum la encuentra en su mejor momento. Hay rock bailable (“Por favor,
Dios / voy a hacer todo lo que me pidas pero / no más paseos de la vergüenza”
pide en “Walk of Shame”). Una gran balada amarga (“Try”) y se pone personal
cuando en “True Love” canta que mataría a su marido por ser tan “estúpido que
le pegaría por toda la cara”. Lo que se dice Girl Power con esteroides. He aquí
a una artista con todas las letras.
Canción clave: “Just
Give Me a Reason” a dúo con el cantante de Fun, Nate Ruess” es básicamente la
razón por la cual el disco lleva
cuarenta semanas entre los discos más vendidos de Estados Unidos. Les
dejo una estrofa: “No estamos rotos / sólo nos desviamos /
Podemos aprender a amarnos de nuevo”. Ok, ahora a comprarlo.-
Podemos aprender a amarnos de nuevo”. Ok, ahora a comprarlo.-
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Artista: Ismael Serrano
Álbum:
Todo Empieza Y Todo Acaba En Ti (Edición Vespertina) (2013)
Sello: Universal
Calificación: EXCELENTE
Las canciones de Ismael Serrano tienen la
capacidad de encerrar en apenas cuatro minutos historias inolvidables, en la
tradición de grandes cantautores de la talla de Serrat, Sabina o Luis Eduardo
Aute. Este nuevo disco, el octavo de estudio del español continúa en la línea
de sus trabajos anteriores pero hay también una búsqueda de nuevos caminos.
“Mañana Porteña en Madrid” vuelve a dejar en evidencia la debilidad que siente
por estas pampas (“Tardes de truco y los amigos / los pibes, la
vieja y esas noches de diciembre en el portal de cada casa”). Canta al desamor
y a la nostalgia en “Te Odio” enumerando cada cosa que odia amar, ambas a la
vez. La edición Deluxe trae además un segundo disco con versiones a duo con
Silvio Rodriguez, Lamari de Chambao y el mismísimo Serrat. ¿Qué mas se le puede
pedir?
Canción clave: La
versión de “Te Odio” a duo con Lamari (Chambao) incluida en el segundo disco es
una de las mejores cosas que le ha pasado a la música en 2013. Cómprenlo o descárguenlo pero, háganme caso;
tienen que tener este disco.
sábado, 29 de junio de 2013
Ser gay hoy...
Me preguntaron qué significaba para mí ser gay en los tiempos
que corren. Que tema. Pensé mucho antes de meterme a trabajar en esta columna,
dudé aún más de lo que pensé y rehíce estas líneas tantas veces que en un
momento parecía una escena sacada de la película “El día de la marmota” (como
siempre les digo, si no conocen algo ¡a googlear se ha dicho!). Muchas ideas
iban y venían por mi cabeza pero ninguna terminaba de convencerme, finalmente
me relajé y opté por contar ni más ni menos que mi humilde punto de vista,
mezclado con algo de realidad y humor para desdramatizar, que para eso ya está
la vida misma ¿o no?.
Para mi ser gay es algo que nunca me costó demasiado trabajo
asimilar, pero no desde el lado de lo sexual estrictamente hablando. Siempre
supe que era diferente, para bien o para mal sabía que no era igual que el
resto de mis compañeros de escuela o mis amigos del barrio. Y no hablo de que
me gustara jugar con muñecas (aunque debo reconocer que el pelo largo y
platinado de las Barbies de mis compañeras era una debilidad difícil de no
querer peinar). Me sentía más maduro, más sensible en situaciones en las que el
resto se reía y se veía confundido. Nunca fue un obstáculo para mí a la hora de
relacionarme con las personas, aunque después de grande muchos de mis amigos me
reprochan que esto se deba a que, como dicen ellos “no se me nota tanto”, como
si acaso el hecho de ser gay significara que todos somos como mamá televisión
se encargó de enseñarle al mundo: delgados, irónicos, siempre con el remate
gracioso para cada frase y como olvidarlo, súper promiscuos. Un completo y
vacío clisé que la sociedad se encargó de masticar y escupir con el solo
objetivo de hacernos ver como algo gracioso, pasatista y hasta en algunos
casos, peligroso. El único problema es que somos personas como cualquier otra
¡Madre mía! ¡Si hasta tenemos sentimientos y todo! Bueno, tal vez si sea cierto
eso de la ironía. Punto a tu favor, caja boba.
No siento que haya salido del closet, quizás porque nunca me
sentí adentro de ninguno. Siempre tuve en claro lo que sentía y, con el mismo
respeto que pido para mi me encargué de dejarlo bien en claro. La sexualidad
nunca fue una carga ni algo sobre lo cual sentir vergüenza. Vengo de una
familia que siempre me contuvo y nunca me discrimino ni me dejo de lado, aunque
lamentablemente no sea la realidad de muchos casos, donde prefieren apartarse
antes que entender que esas diferencias que parecen tan grandes en realidad no
son nada si tan solo abren la mente pero sobre todo, el corazón. Si alguien
pretende insultarme o hacerme sentir mal tratándome de homosexual pero en la
triste palabra de cuatro letras simplemente me doy vuelta y les digo “¿Me
hablaban?”. Eso es lo que me importa; nada en absoluto. Los años de persecución
y de esconderse ya pasaron. Gracias a Dios por el cambio de mentalidad y porque
la ley finalmente nos reconoce como pares ante la sociedad. Si, sé que parece
tardío, y de hecho lo es pero la rueda ha empezado a correr y no va a parar
ahora. Queda mucho por hacer, mucho por lograr. Vivan libres, disfruten, amen.
Sean felices porque la intolerancia del ignorante se encuentra en todos los
órdenes de la vida y no vamos a cambiar la cabeza de todo el mundo de un día
para el otro. Igualdad y respeto ¡y que viva Madonna, carajo! (o Lady Gaga para
las nuevas generaciones, que se yo). Hasta la próxima, y como siempre, gracias
por estar.-
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